
'Bajo la fría luz de Octubre', como decía el título de aquel libro, sucedió el fin de una historia que se comenzó a escribir meses atrás. Una infinidad de miradas cómplices, de besos con sabor a miel y de cálidos abrazos; mil situaciones, cientos de conversaciones y decenas de promesas cumplidas e inventadas.
No lo había enfocado así; pero, amiga mía, llevas toda la razón. Lo nuestro fue una despedida y, al ver tus ojos empañados cuando las palabras que brotaban de mi boca recordaban el momento, justo y sólo ahí me di cuenta de lo bonito que fue todo. Por raro que pueda parecer, incluso el final.